¿Por qué son interesantes las cuotas de casas de apuestas no reguladas?

¿Qué se hace realmente?

En realidad, la DGOJ sólo recoge datos estadísticos. Los 80 operadores con licencia proporcionan a la organización diversos datos sobre los jugadores: sexo, dirección y edad de los jugadores, pero también información aún más problemática: el número de cuentas de juego que tiene, las direcciones IP de sus ordenadores, ¡e incluso los medios y la frecuencia de los pagos de sus cuentas!

A cambio de esta preciada información, y de unas pequeñas modificaciones en los sitios espejo que las casas de apuestas crean a partir de sus sitios originales, se les concede el acuerdo de la DGOJ para anunciarse en España, pero sobre todo, reciben la cantidad de 10 millones de euros como compensación por su esfuerzo (la puesta en marcha y el mantenimiento de los sitios espejo), a repartir entre ellas. Esto significa que cada uno de los operadores autorizados por la DGOJ recibe una media de 600.000 euros cada año por operar sus centros de acuerdo con las normas españolas. Y esto es a costa de los contribuyentes, ya que estos fondos provienen obviamente de fondos públicos.

¿Qué diferencia hay en sus ingresos?

La mayor diferencia creada por estos pequeños cambios solicitados por la DGOJ es sobre todo los sitios reservados para los españoles. Así, sólo los españoles apuestan por estos sitios, cuya URL termina en .es. El problema es que estos sitios contienen muy pocos jugadores en comparación con los sitios globales y, por lo tanto, ofrecen apuestas y cuotas mucho menos interesantes.

Además, algunas apuestas están prohibidas. Las apuestas de empate, los hándicaps de los asiáticos, son características que hacen las apuestas más interesantes, y han sido eliminadas por la DGOJ de los sitios espejo, para proteger a los jugadores españoles de la adicción. Sin duda, uno no se arriesga a volverse adicto a un juego que no es divertido.

También se han eliminado algunos juegos por completo. Muchos juegos de casino, como las máquinas tragaperras, la ruleta, etc., están simplemente prohibidos o restringidos, de nuevo para mantenerte seguro. Así que aquí estás, de vuelta a la adolescencia, con la puerta del casino cerrada delante de ti, porque, según el portero, eres sólo un niño. Si sabes que un día tendrás 18 años y podrás acceder a ella, está bien. Pero cuando sabes que va a durar toda la vida y que el Estado te va a considerar un irresponsable para siempre, es un poco más fastidioso.

Así, jugar fuera de la DGOJ te permitirá aumentar tus ganancias gracias a apuestas más interesantes, a impuestos más bajos o inexistentes según las leyes de los países, y a poder jugar por fin con juegos que pagan.