¿Por qué boicotear la acreditación de la DGOJ?

La ineficacia de la DGOJ

Una vez eliminados los teleoperadores, secretarios y demás, no quedan ni una docena de agentes capaces de regular los cerca de 9.000 millones de euros que circulan por internet cada año, sólo en territorio español, porque la DGOJ es impotente en todos los sectores extranjeros. Así que no puede hacer mucho para ayudarte si estás en conflicto con una empresa de juego española, y bajará inmediatamente los brazos si la amenaza viene de fuera: lo dice ella misma, no es su trabajo, lo cual es uno de los grandes inconvenientes de la DGOJ.

Muchos juegos no están incluidos en la licencia de la DGOJ, por falta de recursos, según su presidente. Las máquinas tragaperras, en particular, son las primeras víctimas de esta organización. Pero incluso en las zonas autorizadas, la DGOJ sólo controla una parte muy pequeña del sector: apenas un 11% en 2018, lo que es una excelente razón para jugar fuera de la DGOJ.

Además, él mismo juzga una "pesada y antieconómica" fiscalidad, lo que significa, en términos más claros, que la aprobación cuesta mucho, a la estructura de la DGOJ, que pincha cada año casi 10 millones de euros de dinero público (pagados por los impuestos de los contribuyentes) y esto, con el único fin de que se pague a las casas de apuestas que ya ganan mucho dinero gracias a un nicho muy lucrativo, sólo para motivarlas a permanecer en el mercado español a pesar de la legislación y evitar que los jugadores españoles apuesten en el extranjero.

Por lo tanto, se supone que esta suma la utilizarán en costes operativos para la creación de sitios espejo, que son en todos los aspectos idénticos a los servidores normales, pero que sólo aceptan jugadores españoles. Esto es simplemente una segregación positiva contra los jugadores españoles, con la vieja excusa de la seguridad, mientras que en otros países que no son de la DGOJ esto no se aplica.

Un sistema que reduce los ingresos

Jugando con las casas de apuestas homologadas por la DGOJ, no sólo estás contribuyendo a justificar un sistema que te aumenta los impuestos sin ningún beneficio real, sino que además estás reduciendo tus ganancias a la mitad, sufriendo cuotas muy bajas debido al escaso número de jugadores presentes en estas casas de apuestas (obviamente, el mercado español es minúsculo comparado con el mundial), a la vez que sufres los impuestos estatales sobre tus ganancias.

Además, dado que la mayoría de las casas de apuestas autorizadas ofrecen un servidor estrictamente idéntico al servidor mundial, no se obtiene más protección que la que ya ofrece la casa de apuestas en primer lugar. Cuanto más famosa es una casa de apuestas, más defiende su imagen para atraer a más y más jugadores. Grupos como Bwin, por ejemplo, no se arriesgarán a tolerar el fraude en su servidor, sea o no la DGOJ. Por tanto, puedes obviar la DGOJ y seguir con los ojos cerrados, estarás a salvo.